recuerdo que te imagine una noche desnudo sobre la luna, con el alma al viento y los ojos desorbitados en la penumbra... tu voz, dulce arrullo de madrugada; la noche, fatigosa y tortuosa morada... estabas ebrio de locura, lujuria y libertinaje... Amante de las sombras, mi cuerpo danzo ante tu alma deslumbrante y me cego tras un soplo sonriente de tu mente... es posible que esa noche hallas olvidado este cuerpo frágil, asustado, preso de un encanto que jamas existio... "el hechizo se desiso mi pitoniza"... dijiste con voz fuerte y despechada. Así terminó la noche.